La huerta de Murcia en el siglo XVII
1. La huerta supuso un aprovechamiento de la tierra con algunas dificultades:
- Las epidemias de peste, cólera, endémicas (tercianas, tifus, por la humedad).
- Plagas en los cultivos: langosta
- Sequías: las denunciaron frecuentes rogativas.
- Inundaciones: aguaduchos, crecidas (la Contraparada era de estacas, frágil).
- El sistema de riego era débil.
- En los secanos de Cartagena se cazaban lobos: en el Almarjal, por ejemplo.
- Las inundaciones fueron: unas procedentes del río Segura que suelen romper la Contraparada y “dejar la huerta en seco” (aunque no siempre es así, `pues en 1641 la rompe una maderada que bajaba por el río); procedentes del río Guadalentín (que inundan el sur de la huerta y la ciudad de Murcia) y procedentes de ambos ríos (catástrofe general como la riada de San Calixto el 25.10.1651).
- Cuanto más se ocupa la huerta de Murcia más crecen los daños.
- A veces hay coincidencia de sequías e inundaciones: al menos en diez ocasiones entre 1651 y 1694. En este último año se recurrió a la imagen de la Virgen de la Fuensanta en vez de a la de la Virgen de la Arrixaca, con quien falló la rogativa.
- La ocupación agrícola era discontinua, con amplios sectores semipantanosos.
- La solución por la que se optó fue desecar y aportar regadío prolongando construyendo nuevas acequias estableciendo colonos (a censo enfitéutico) para ampliar la huerta. Así lo hicieron los jesuitas en El Raal, los jerónimos en Monteagudo, los Molina en Beniel.
- Se fomentó la obra pública como defensa ante las inundaciones:
Se enderezó la caja del río: se cortaron los meandros de Condomina y La Arboleja. Los jesuitas los cortaron en El Raal y los Molina en Beniel.
Se reconstruyó el trenque de Chillerón en Sangonera y el trenque de Don Payo en El Raal.
Melchor de Luzón construyó en piedra la Contrapasada.
Al cortar un meandro se aumentó la velocidad del agua y se gana terreno cultivable.
Rectificar el curso del río provocó quejas de propietarios afectados, como los del heredamiento de Condomina, que fueron compensados con una acequia que derivó el agua del sur al norte.
- Los cambios agrícolas
Hubo una crisis profunda de la seda
Se sustituyeron unos cultivos por otros: se extendió el maíz y el viñedo en sustitución del mijo, el panizo negro y la alcandía. Se cultivó arroz.
En conjunto en la 2ª mitad del siglo se volvió a una agricultura de subsistencia.
Hubo crisis demográficas: epidemias y expulsiones de moriscos (1610 y 1613-1614).
- El mercado
El Contraste de la Seda fue construido en 1601-1608 y el Almudí, destruido en 1612, fue reconstruido en 1628.
- La distribución de la propiedad de la tierra evolucionó hacia una concentración:
Unas familias y grupos concentraron grandes propiedades: por donaciones regias o por colonización de hecho, que luego se hicieron reconocer como propiedades. Así los Junterón y Molina en Alquerías y Beniel desecaron y acondicionaron sus tierras.
Fuentes: Padrones de acequias del Archivo Municipal de Murcia.
Grandes propietarios: Gil Francisco de Molina y Junterón (5.901 tahullas), Juan Lucas Carrillo-Albornoz, señor de Javalí (5.162), la Compañía de Jesús (El Raal), Juan Fontes, el Cabildo de la Catedral, Jerónimo Zarandona, el conde del Valle de San Juan, las monjas agustinas, el Monasterio de San Jerónimo de la Ñora y el Hospital y Convento de San Juan de Dios reunieron el 35% de la superficie de la huerta.
Las grandes obras como el Reguerón se inician ya en el siglo XVIII, aunque existen precedentes de defensa lejana en el XVII (embalse de Lorca, presa de la Torta)
- Las Ordenanzas de Campo y Huerta de 1695:
Fueron sobre todo un conjunto de prohibiciones de conservación del sistema de riego, caminos, lindes y defensa contra en ganado trashumante.